Dedicamos la vida a la atención de los más pobres y desprovistos de todo. Realizamos nuestro servicio en un amplio campo de trabajo: pastoral social, educativa, salud y parroquial. Estando al lado de los desheredados de la sociedad, compartiendo su vida, colaborando en su promoción integral, siento el instrumento de la ternura de Dios en medio de ellos: enfermos, drogadictos, desplazados, migrantes, campesinos, adolescentes y jóvenes, niños y ancianos abandonados, niños y niñas en situación de riesgo, etc.