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165 años de presencia del Carisma Vicentino en el Perú

165 años de presencia del Carisma Vicentino en el Perú

Algo de historia

Nuestros orígenes se remontan a Francia del siglo XVII. La compañía de las Hijas de la Caridad fundada en 1633 seguía expandiéndose por el mundo y su carisma era conocido y valorado por instituciones relacionadas a la labor asistencial. Dos médicos peruanos viajaron a Francia y observaron en los hospitales, la labor delicada y abnegada de las Hijas de la Caridad hacia los pobres.  Surgió entonces un enorme deseo por la llegada de la Compañía a nuestras tierras. En este deseo se unió una joven de la aristocracia limeña: Virginia, la hija única de Francisco Carassa, el Vice Director de la Beneficencia Pública. Virginia Carassa quiso ser Hija de la Caridad, pero al no lograr ir a Francia, hizo lo imposible para que la Compañía llegase al Perú. Por su parte el Arzobispo de Lima, José Manuel Pasquel, apoyó e impulsó el pedido al Estado para la llegada de las Hijas de la Caridad.

El 3 de Abril de 1856, el Presidente Constitucional Ramón Castilla autorizó a la Sociedad de Beneficiencia de Lima para que contrate, traslade, y entregue a dichas Hermanas los establecimientos que corren a su cargo. El contrato se firmó en París el 29 de mayo de 1857 entre el gobierno del Perú y personalidades de la Congregación de la Misión e Hijas de la Caridad. El 14 de setiembre de 1857, un grupo de 44 Hijas de la Caridad y 3 Misioneros acompañados por el Superior General Padre Etienne y la Superiora General Sor Devos, se disponían a partir. Al frente se encontraba el Padre Antonio Damprum, como Director Nacional de las Hijas de la Caridad y superior de los Misioneros, y Sor Teresa Bourdat como Visitadora. Luego de la bendición a las Hermanas y Misioneros, el barco “Saint Vicent de Paúl” inició su viaje.

Después de 136 días de viaje, llenos de peripecias y con escalas, la embarcación arribó en el Callao, siendo recibidas por las autoridades políticas y religiosas del Perú y manifestaciones de simpatía de la población. Luego las recién llegadas pasaron al antiguo local que había sido convento carmelitano de Santa Teresa y desde allí iniciaron la misión de cumplir su obra de caridad. Las Hijas de la Caridad, que iniciaron su labor colaborando en las parroquias, la salud y la educación, se adaptan a los cambios, los nuevos retos sociales y las nuevas necesidades de la Iglesia, reestructurando las antiguas obras y abriendo nuevos campos de trabajo. Hoy nos encontramos en la Costa, Sierra y Selva con distintos modos de atención al pobre y marginado.

Con mucha alegría y gratitud a Dios, celebramos los 165 años de la presencia Vicentina en el Perú. 45 Hijas de la Caridad y 3 Misioneros llegaron al Perú para hacer vida el carisma vicentino en nuestro querido país. En las vísperas de este gran acontecimiento tuvimos la Hora Santa, toda la Provincias se unió en oración y adoración a Jesús Sacramentado. Hoy en la Eucaristía de la fiesta de la Presentación del Señor, hemos dado gracias a Dios unidos a todos los que comparten con nosotras el hermoso carisma de encontrar al mismo Cristo en la persona de los pobres.

Felicidades querida familia Vicentina.

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