Quiénes somos

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Quiénes somos

Acerca de Nosotros

Somos una Sociedad de Vida Apostólica integrada por mujeres que fieles a nuestro Bautismo y en respuesta a la llamada de Dios, nos consagramos por entero y en comunidad de vida fraterna al servicio de Cristo en los pobres.
Fuimos fundadas por San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac en el año 1633 en Francia y estamos presentes en el Perú desde el 02 de febrero de 1858.

Nuestra Historia

Orígenes de Hijas de la Caridad

Nuestros orígenes se remontan a Francia del siglo XVII. La compañía de las Hijas de la Caridad fundada en 1633 seguía expandiéndose por el mundo y su carisma era conocido y valorado por instituciones relacionadas a la labor asistencial. Eran frecuentes las noticias sobre la fructífera presencia de las Hermanas en los Hospitales, las Casas de Misericordia, hospicios y escuelas.

Dos médicos peruanos viajaron a Francia y observaron en los hospitales, la labor delicada y abnegada de las Hijas de la Caridad hacia los pobres. Surgió entonces un enorme deseo por la llegada de la Compañía a nuestras tierras. En este deseo se unió una joven de la aristocracia limeña: Virginia, la hija única de Francisco Carassa, el Vice Director de la Beneficencia Pública. Virginia Carassa quiso ser Hija de la Caridad, pero al no lograr ir a Francia, hizo lo imposible para que la Compañía llegase al Perú. Por su parte el Arzobispo de Lima, José Manuel Pasquel, apoyó e impulsó el pedido al Estado para la llegada de las Hijas de la Caridad.

El 3 de Abril de 1856, el Presidente Constitucional Ramón Castilla autorizó a la Sociedad de Beneficiencia de Lima para que contrate, traslade, y entregue a dichas Hermanas los establecimientos que corren a su cargo. El contrato se firmó en París el 29 de mayo de 1857 entre el gobierno del Perú y personalidades de la Congregación de la Misión e Hijas de la Caridad.

El 14 de setiembre de 1857, un grupo de 44 Hijas de la Caridad y 3 Misioneros acompañados por el Superior General Padre Etienne y la Superiora General Sor Devos, se disponían a partir. Al frente se encontraba el Padre Antonio Damprum, como Director Nacional de las Hijas de la Caridad y superior de los Misioneros, y Sor Teresa Bourdat como Visitadora. Luego de la bendición a las Hermanas y Misioneros, el barco “Saint Vicent de Paúl” inició su viaje.

Después de 136 días de viaje, llenos de peripecias y con escalas, la embarcación arribó en el Callao, siendo recibidas por las autoridades políticas y religiosas del Perú y manifestaciones de simpatía de la población. Luego las recién llegadas pasaron al antiguo local que había sido convento carmelitano de Santa Teresa y desde allí iniciaron la misión de cumplir su obra de caridad.

Las Hijas de la Caridad, que iniciaron su labor colaborando en las parroquias, la salud y la educación, se adaptan a los cambios, los nuevos retos sociales y las nuevas necesidades de la Iglesia, reestructurando las antiguas obras y abriendo nuevos campos de trabajo.

"Hoy nos encontramos en la Costa, Sierra y Selva con distintos modos de atención al pobre y marginado".

Nuestra Misión

en Hijas de la Caridad
La misión de las Hijas de la Caridad es “Honrar nuestro Señor Jesucristo como manantial de toda caridad, sirviéndole corporal y espiritualmente en la persona de los pobres.”

Espiritualidad Vicentina

“Las Hijas de la Caridad se entregan por entero y en comunidad al servicio de Cristo en los pobres, sus hermanos y hermanas, con un espíritu evangélico de humildad, sencillez y caridad”.

Entregadas a Dios

El servicio a los Pobres es para nosotras la expresión de la entrega total a Dios en la compañía. Asumimos los Consejos Evangélicos de Castidad, Pobreza y Obediencia que nos hacen estar disponibles para el fin de la Compañía: El Servicio de Cristo en los Pobres.

En comunidad

La vida fraterna es uno de los apoyos esenciales de nuestra vocación. Nos acogemos en la fe, con sencillez de corazón y alegría y rehacemos las fuerzas con miras a la misión, testimoniando así que estamos reunidas en el nombre de Jesucristo.

Para el servicio de Cristo en los pobres

Contemplamos a Cristo en el corazón y en la vida de los pobres. De Jesucristo aprendemos que no hay miseria alguna que podamos considerar como extraña. Múltiples son las formas de pobreza, múltiples también las formas de servicio.

Bajo la protección de María

La Virgen María está presente en los acontecimientos de la compañía como la Sierva humilde y fiel a los planes del Padre. Los fundadores nos inculcaron el amor y la imitación de la Virgen María.

Espiritualidad Mariana

La Virgen María es “la única Madre” desde la fundación de la Compañía por deseo de Santa Luisa y San Vicente.

San Vicente prefería la sobriedad a la exuberancia, la imitación a la admiración, la calidad a la cantidad, e invitaba a las prácticas tradicionales del Rosario y el Ángelus. Mediante la oración “Santísima Virgen” las Hijas de la Caridad sintonizan con la devoción mariana de Santa Luisa, pidiendo por intercesión de la Inmaculada Virgen María la fidelidad a la vocación y el espíritu de la Compañía.

A ejemplo de María se ponen incondicionalmente en manos del Señor, en la solemnidad de la Anunciación cada año la Compañía entera renueva los votos como signo de entrega a Dios para servir a los pobres. El “Sí” de María es siempre un nuevo impulso a vivir nuestra entrega al Señor.

Las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa a Santa Catalina Labouré en 1830

La Virgen María es “la única Madre” desde la fundación de la Compañía por deseo de Santa Luisa y San Vicente.

es una gracia especial que nos invita al agradecimiento y la responsabilidad de conservar y acrecentar el regalo de Dios en y por María.

La capilla de las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa,

es un lugar de misión continua a un pueblo característico, formado por millares de habitantes de paso. María sigue acogiendo y esperando al pueblo de pobres, peregrinos, cristianos y no cristianos que buscan el consuelo de una madre y a todos aquellos que ponen su confianza en Dios.

Santos Vicentinos

Son muchos quienes, a lo largo de la Historia, han recorrido el camino que Vicente de Paúl y Luisa de Marillac trazaron para el seguimiento de Cristo. Hay quienes por su testimonio ocupan un lugar especial en el cielo y son para nosotros un ejemplo a seguir. Son quienes dan garantía de que el camino vicentino es un verdadero camino de encuentro con Cristo y con los hombres…
¡Es un camino de Santidad!

Santa Isabel Ana Bayley Seton

Beata Lindalva Justo de Oliveira

Mártires de Angers

Beata Giusepina Nicoli

Beata Rosalía Rendu

Margarita Naseau

Santa Luisa de Marillac

Santa Juana Anthide Thouret

Beata Marta Wieka

Beata Margarita Rutan

Mártires de Arras

Beato Pedro Jorge Frassati

Prueba Santo

San Francisco Regis Clet

San Justino de Jacobis

Beato Ghebra Miguel

Misioneros Mártires de la Revolución Francesa

Beato Federico ozanam

San Juan Gabriel Perboyre

San Vicente de Paúl

Mártires en españa

Santa Catalina Labouré

Beato Marco Antonio Durando