Damos gracias a Dios, por permitirnos servir en este lugar junto a los colaboradores, y voluntarios. Como Hijas de la Caridad y atentas a las llamadas de la Iglesia y de nuestra compañía fuimos dando respuesta en este lugar a los signos de los tiempos, desde el año 2019 sensibilizadas por la llamada del Papa: Acoger – Proteger- Promover e Integrar a nuestros hermanos migrantes y refugiados, aperturamos un comedor donde la mayoría eran migrantes venezolanos que trabajaban en los alrededores de este centro. Esta experiencia del servicio nos permitió conocer la realidad de nuestros hermanos, y en este camino conocimos a ACNUR a través de Renato – oficial de terreno en el área de protección quien nos invitó a acoger a familias que habían sido desalojadas, es así que fuimos conociendo muchas organizaciones, y en tiempo de pandemia este lugar que es un Santuario Mariano se convirtió en el lugar de asistencia y distribución humanitaria. En este mismo año fuimos invitadas a formar parte de CIREMI (comité interreligioso para ayuda a los refugiados y migrantes) y hoy tenemos la gran bendición de trabajar en colaboración con los Misioneros Scalabrinianos.
Durante la pandemia este lugar fue clave para asistir – resistir ante la situación difícil que todos hemos experimentado, San Vicente nos recuerda que “la caridad es inventiva hasta el infinito” y hemos encontrado muchas maneras de servir a nuestros hermanos a pesar de las condiciones difíciles, buscando dar respuesta a sus necesidades más urgentes y básicas.
Este lugar es un espacio de apoyo donde acogemos a todos sin distinción de raza, nacionalidad, religión, sexo, condición social; brindamos asistencia social, espiritual, asesoría migratoria, talleres de emprendimiento económico, cuidado de la salud mental con atención psicológica. Todos son bienvenidos y acogidos.
El año 2023 nos presenta el desafío de seguir fortaleciendo este servicio de apoyo, especialmente creando espacios amigables para niños y adolescentes. Este santuario es visitado diariamente por muchos hermanos migrantes, refugiados y población de acogida, es por ello que la remodelación de los servicios higiénicos es una gran bendición pues nos permite brindar un servicio de calidad en este lugar.
El 7 de febrero del 2007 iniciamos un nuevo servicio con la apertura de la casa de acogida Sor Rosalía de Rendú, acogiendo a mujeres que salían de prisión y recobraban su libertad en su mayoría extranjeras, desde octubre del 2019 ampliamos el servicio para acoger a mujeres en situación de vulnerabilidad especialmente migrantes y refugiados, el 14 de noviembre del 2020 todo el Perú presenció los grandes disturbios en el centro de lima, nuestra casa de acogida que ya por la construcción era muy frágil se vio afectada por las bombas lacrimógenas; gracias a ACNUR (La Agencia de la ONU para los Refugiados) el 2020 se remodeló el techo de la casa de acogida , así mismo la cocina del comedor.
Hoy damos gracias a Dios por que nuestros sueños se hizo realidad y es el sueño también de los más vulnerables, la casa ha sido remodelada, gracias a ACNUR, hoy ellas tienen un hermoso lugar, aun siendo su estadía temporal tienen un lugar digno.
Seguimos haciendo camino juntos, fortaleciendo la red a todo nivel, sostenida por la mano de Dios y acompañadas por nuestra madre la Virgen María.
“Ojalá que al final ya no estén los otros, sino solo un “nosotros”, ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado.” todos somos hermanos. (FRATELLI TUTTI)
Hermanas del Centro Pastoral “Virgen de Lourdes”
Lima
